Activación de los cannabinoides: La descarboxilación

En 2022 se deberían comenzar a tener en cuenta varios procesos clave bien documentados del cáñamo y otras cepas de C. Sativa.

Los cannabinoides no psicoactivos, como el CBD y el CBG se pueden encontrar de forma comercial en casi cualquier mercado: los terpenos se utilizan como fragancias en cosméticos y sabores en bebidas y productos comestibles; el uso legal de la planta del cannabis ha alcanzado un nuevo nivel.

Los métodos y productos que explotan la corteza del cannabis, sus fibras, aceites y proteínas (extraídas de las semillas) han convencido a la industria de que la base del mercado es real e importante y, además, la literatura científica en torno a la planta ha crecido acorde al mercado.

Si nos centramos en los cannabinoides o, mejor, en los fitocannabinoides, se debe recordar que la planta no puede sintetizar las formas neutrales bioactivas como el cannabidiol (CBD) o el cannabigerol (CBG). En lugar de eso, la planta produce los precursores de ácido, el CBDA y el CBGA, que eventualmente se descompondrán (de forma natural o artificial) en formas neutrales activas.

La reacción química

Esa «descomposición» específica se llama «descarboxilación» y el esfuerzo para controlar y manipular su velocidad ha llevado a una comprensión profunda de su geometría detallada.

La reacción es técnicamente muy simple: al calentar la molécula de ácido, la pérdida de la molécula de dióxido de carbono (CO2) genera la forma neutra.

La reacción ocurre en moléculas absolutamente aisladas (ácidos en estado gaseoso) y también en tándem con un amplio número de reacciones de solvatación que ocurren de forma natural en los ácidos cannabinoides en soluciones del mundo real tales como las resinas, incluidas aquellas en superficies de biomasa, extractos, casos aislados y productos finalizados.

Los datos recogidos de los extractos a diferentes temperaturas muestran una pseudo-reacción de primera orden relativamente simple. (1)

Las simulaciones detalladas de los movimientos del átomo durante las reacciones mostraron un comportamiento mucho más complejo: dependiendo del ácido específico, la reacción podría seguir hasta 6 caminos simultáneos diferentes, sin incluir reacciones secundarias que convergen en el mismo producto neutro. (2)

La presencia de moléculas emparejadas durante la reacción puede modificar la velocidad relativa de estos componentes, incluso en entornos controlados y simulados.

La descarboxilación de las soluciones reales (incluyendo las soluciones puras) debe considerarse como una tarea experimental que requiere que el analista siga el desarrollo de las formas neutrales.

Se deben ajustar y adaptar las condiciones para cada sistema y para cada producto bruto.

Descarboxilación para todos

Desde una perspectiva simple y general, la descarboxilación ocurre mediante el calentamiento de los ácidos cannabinoides y se utiliza habitualmente para transformar el CBDA en brotes de cáñamo comerciales para generar CBD, tanto para el mercado como para el uso personal.

La reacción es espontánea a lo largo del tiempo pero es común que se acelere mediante el uso de equipamiento doméstico como, por ejemplo, los hornos.

La facilidad para calentar biomasa ha generado una abundancia de guías y tutoriales sobre cómo «activar CBD» a través de «hornear» brotes de CBD, un proceso que activa los cannabinoides (la descarboxilación completa puede suceder en varias horas) y también degrada la biomasa.

Las temperaturas más bajas necesitan más tiempo pero podrían dar como resultado un material menos oxidado.

La retención de terpenos y aromas es crítica: estos compuestos se pierden durante el calentamiento en una proporción de alrededor de 40 % w/w.

Los ácidos cannabinoides más importantes (CBDA, THCA, CBGA) y las variantes (CBDVA, THCVA y CBGVA) experimentan descarboxilación, pero a diferentes velocidades.

Los datos sobre THCA, CBDA y CBGA en los mismos extractos (bajo las mismas condiciones) muestran que la velocidad de descarboxilación del THCA es casi el doble que la del CBDA y CBGA, que son comparables.

Otro factor interesante es que la descarboxilación del THC es más limpia: después de archivar la descarboxilación total, el TOT THC era solo un 9 % inferior al valor teórico.

En cambio, se descubrió que el CBD y el CBG eran, respectivamente, un 18 % y un 53 % más bajos.

La pérdida se explica de forma parcial por la estructura de los precursores: Las estructuras del CBD y el CBG son menos rígidas y los estados activados que conducen a las formas neutrales pueden generar un espectro más amplio de las interacciones con otros compuestos, creando así otras moléculas.

¿Merece la pena o es arriesgado?

Depende.

La activación del ácido cannabinoide es necesario para desarrollar los componentes activos que interactúan con nuestro cuerpo, pero el proceso en sí mismo puede rebajar la calidad de la biomasa (en sabor y aspecto), reducir la cantidad de terpenos beneficiosos y generar productos potencialmente dañinos.

Desde este punto de vista, fumar cannabis no es una opción viable. Incluso con un sistema de filtrado de vanguardia, la combustión de biomasa genera un número alarmante de compuestos tóxicos/venenosos que igualan o incluso superan sus propiedades beneficiosas, no solamente el cannabis, sino cualquier otra posible mezcla medicinal.

La vaporización, sin embargo, está comenzando a alcanzar los estándares correctos para generar productos fiables.

Hay vaporizadores de muchas formas y tipos, pero todos están hechos de tres elementos principales: un recipiente de biomasa, un elemento que aporte calor y un tubo para inhalar.

La temperatura a la cual el elemento que aporte calor se mantiene marca la diferencia entre la vaporización y la combustión.

Un buen vaporizador puede proporcionar aerosoles más limpios con un filtrado mínimo.

La descarboxilación se produce directamente en el elemento que aporte calor y los cannabinoides neutrales se asimilan directamente junto con los terpenos y otros componentes.

Los productos diseñados tales como los aceites, los productos consumibles y los líquidos para vapear se formulan habitualmente con extractos descarboxilados de forma industrial que deben ser testados y certificados por el correspondiente producto y mercado.

La producción de productos consumibles en casa habitualmente tiene un proceso de ordenado de la biomasa pesada en el horno. Las recetas que se encuentran en Internet habitualmente subestiman los tiempos de descarboxilación de los materiales secos, pero si se sigue un procedimiento escrito, se suelen obtener resultados satisfactorios.

La biomasa activada, seguidamente se extraerá o se convertirá en polvo para mezclarla/cocinarla con otros ingredientes.

Referencias:

(1) Wang M, Wang Y-H, Avula B, Radwan MM, Wanas AS, van Antwerp J, Parcher JF, ElSohly MA, Khan IA (2016) Decarboxylation study of acidic cannabinoids: a novel approach using ultra-high-performance supercritical fluid chromatography/photodiode array-mass spectrometry, Cannabis and Cannabinoid Research 1:1, 262–271, DOI: 10,1089/can.2016.0020

(2) Weiying He, Paul J. Foth, Markus Roggen, Glenn M. Sammis, Pierre Kennepohl (2020); Why is THCA decarboxylation faster than CBDA? an in silico perspective Department of Chemistry, The University of British Columbia & Department of Chemistry, University of Calgary (Canada)

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