CBD en neuropsiquiatría

Por Viola Brugnatelli

Viola Brugnatelli es neurocientífica y especialista en el sistema endocannabinoide, investiga y da clases sobre el cannabis en el departamento de neurociencia de la Universidad de Padua, Italia, y es cofundadora de Cannabiscienza, una empresa dedicada a la educación para profesionales de la salud sobre el sistema endocannabinoide y el uso medicinal del cannabis.

Miembro desde hace años de la International Cannabinoid Research Society y embajadora italiana de la Asociación Internacional por los Medicamentos Cannabinoides, Viola ha trabajado en laboratorios farmacológicos y está especializada en receptores cannabinoides huérfanos/terpenoides y su señalización en procesos como el dolor y la inflamación.

Actualmente, colabora con la Fundación Canna, la junta editorial del Journal of Cannabinoid Medicine, y como autora invitada en varias revistas del campo, incluyendo Project CBD. A lo largo de los años, Viola ha participado en varios cursos de Educación Médica Continua (CME) sobre el cannabis, educando a médicos y farmacéuticos de todo el mundo. Es vicepresidenta de una organización sin ánimo de lucro dedicada a empoderar a las mujeres que trabajan con remedios naturales.

Lo que más le fascina de la planta del cannabis es lo que se puede aprender y saber sobre el sistema endocannabinoide y cómo modularlo de diferentes formas además de con los fitocannabinoides. Recientemente ha trabajado estrechamente con anestesistas que utilizan la hipnoterapia para evaluar el papel del sistema endocannabinoide en la capacidad de alterar los estados de consciencia sin la utilización de fármacos.

1. Investigación brasileña: premio internacional a más de 40 años de descubrimientos de CBD

Durante el último simposio de la Asociación Internacional de Medicina Cannabinoide (IACM), un evento de 3 días que se celebra cada dos años en Europa, el Profesor Crippa, Universidad de Sao Paulo, fue premiado por la importante contribución de su trabajo y el de su grupo en la comprensión del papel del cannabidiol (CBD), un componente no psicoactivo de Cannabis sativa, en la neuropsiquiatría.

La historia de los científicos brasileños en este campo se remonta a la década de 1970, cuando los posibles efectos terapéuticos del CBD se demostraron tanto en diferentes modelos animales de trastornos neuropsiquiátricos, como en ensayos clínicos con humanos, convirtiéndolos en los primeros investigadores en resaltar los efectos ansiolíticos y antipsicóticos del CBD. (1)

En 1982 pudieron probar la interacción entre CBD y Δ9-THC en voluntarios sanos, descubriendo que altas dosis orales de Δ9-THC provocaban ansiedad y síntomas psicóticos, que se atenuaban cuando se administraba CBD junto con Δ9-THC. (2)

Estos experimentos prometedores condujeron a una serie de investigaciones adicionales que establecieron, desde estudios de células y animales hasta de pacientes, un vínculo claro entre el CBD y la actividad antipsicótica.

2. ¿Cómo funciona el CBD?

Claramente, una de las principales preguntas de los científicos que trabajan en este campo en todo el mundo es:¿cuál es el mecanismo de función por el cual el CBD induce efectos ansiolíticos, antipsicóticos y antidepresivos?

2.1 Modulación de la respuesta emocional al miedo

Mediante el uso de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI), los científicos han podido demostrar las correlaciones neurales de los efectos ansiolíticos de 600 mg de CBD en 15 sujetos sanos que fueron expuestos a caras de miedo intenso. (3) El cannabidiol atenuó las respuestas en el cingulado anterior y posterior y la amígdala (áreas del cerebro que modulan nuestras emociones) y controló las respuestas de conductancia de la piel a los estímulos de miedo.

Estos datos fueron confirmados por un estudio posterior en el que los efectos ansiolíticos del CBD correspondieron con una alteración en la conectividad prefrontal-subcortical a través de la amígdala y el cingulado anterior. (4)

Es interesante observar que el CBD atenuó el nivel de oxigenación de la sangre en las amígdalas de sujetos sanos expuestos a diferentes niveles de ansiedad.

Esto no solo parece relevante para la ansiedad generalizada, sino que puede ofrecer una justificación para el tratamiento psiquiátrico después de eventos traumáticos; de hecho, la amígdala es hiperactiva en pacientes con PTSD y puede estar relacionada con la gravedad de los síntomas. (5)

2.2 Modulación de FAAH: Efectos ansiolíticos / antidepresivos / pro-sociales del CBD

El CBD tiene una interacción débil con los receptores cannabinoides clásicos CB1 y CB2. (6) Algunos de los principales pioneros de este campo sugirieron hace casi 20 años que el CBD puede inhibir la descomposición de la anandamida endocannabinoide (AEA). (7) La hidrolasa de amida de ácido graso (FAAH) es una enzima que hidroliza la AEA; el CBD impide que esta enzima funcione y, por lo tanto, aumenta la señal endocannabinoide.

Se ha observado que algunas patologías comparten una deficiencia en el tono endocannabinoide (31) y que la deficiencia de eCB parece predisponer al individuo al desarrollo de psicopatología relacionada con el trauma. (8)

El asunto permanece abierto, ya que es necesaria más investigación para aclarar algunas pruebas contradictorias sobre el papel del CBD y la FAAH (9); Sin embargo, durante el IACM 2019, otro científico de la luminaria presentó su investigación, el Dr. Daniele Piomelli, de la Facultad de Medicina Irvine de la Universidad de California, sobre la farmacología de la inhibición de la FAAH y su implicación en el aumento de la curación, la elevación del estado de ánimo y la disminución de la percepción del dolor. (10, 11, 12)

El profesor Piomelli también informó sobre la historia real de una mujer escocesa en la que se observó una mutación genética en la FAAH. La mujer de 66 años tenía un humor particularmente bueno y ausencia total de detección de dolor, a pesar de la dolorosa cirugía ortopédica de la mano y el sombrío clima escocés. Esta no es una historia solo para dar titulares a TheSun, se observó que la mujer, a pesar de los frecuentes cortes y quemaduras que sufría, se curaba rápidamente. Se observó que tenía niveles sanguíneos más altos de los endocannabinoides AEA, OEA y PEA, lo que confirma el papel de la inhibición de la enzima FAAH en varios de los efectos que también se observan con el tratamiento con CBD, como la mejora del tono endocannabinoide. (9, 13)

2.3 CBD: Interacción serotoninérgica y neurogénesis

Los efectos antidepresivos y pro-sociales del CBD pueden residir en su capacidad para activar los receptores serotoninérgicos 5-HT1A. (14, 15)

Otra ruta interesante por la cual el CBD puede ejercer su papel en el procesamiento de los recuerdos y considerado una característica importante para rescatar recuerdos de aversión en pacientes con PTSD, es facilitar la neurogénesis (creación de nuevas conexiones cerebrales) en el hipocampo, un área cerebral bien conocida para el aprendizaje y la memoria. (16, 17)

3. CBD para la esquizofrenia: evidencias clínicas

Los primeros ensayos clínicos, que datan de 1995, fueron ensayos abiertos y con un pequeño número de pacientes por razones éticas. Una mujer de 19 años con esquizofrenia resistente a otros medicamentos antipsicóticos y que soportaba efectos secundarios difíciles, fue tratada durante cuatro semanas con dosis crecientes de CBD de hasta 1.500 mg / día. El tratamiento con CBD redujo significativamente las puntuaciones de las Escalas Abreviadas de calificación psiquiátrica (BPRS). (18)

El primer ensayo clínico doble ciego controlado de CBD comparó sus efectos durante cuatro semanas con los de la amisulprida, un fármaco antipsicótico, en 42 individuos esquizofrénicos.

Las puntuaciones en la BPRS y la Escala de Síndrome Positivo y Negativo (PANSS) disminuyeron significativamente con ambos tratamientos sin diferencias entre ellos. Sin embargo, los efectos secundarios típicamente observados con amisulprida (síntomas extrapiramidales, aumento de los niveles de prolactina y aumento de peso) no fueron significativos con el CBD. (19)

Se realizó otro ensayo clínico comparando el tratamiento con CBD o placebo durante 28 días en pacientes esquizofrénicos en el primer episodio. En el grupo de tratamiento con placebo se produjeron diez abandonos de pacientes y uno en el grupo de tratamiento con CBD. El grupo tratado con CBD se benefició de una reducción significativa de los síntomas psicóticos en comparación con los niveles basales. (20)

Más recientemente, en un ensayo doble ciego, se aleatorizó a 88 pacientes con esquizofrenia a recibir CBD durante 6 semanas (1.000 mg/día) o placebo añadido a sus medicamentos antipsicóticos existentes. Después del tratamiento, el grupo tratado con CBD presentó puntuaciones psicóticas positivos más bajas y mejoró los síntomas de enfermedades cognitivas y generales. Los efectos secundarios del CBD y el placebo fueron equivalentes entre los grupos. (21)

Tomados en conjunto, estos estudios sugieren fuertemente que el CBD induce un efecto terapéutico en los síntomas psicóticos. No obstante, como se ha mencionado anteriormente, sus mecanismos de acción todavía no están claros.

4. CBD para la ansiedad: evidencias clínicas

En 1993, el efecto ansiolítico del CBD se probó por primera vez en un procedimiento doble ciego controlado con placebo en voluntarios sanos a los que se administró una prueba que simula el estrés de hablar en público (llamado Prueba simulada de hablar en público o SPST abreviado).

A medida que los sujetos se someten a la SPST, se les pide que determinen su estado subjetivo de ansiedad mientras se registran las medidas fisiológicas (como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la conductancia de la piel).

Los efectos ansiolíticos del CBD a una dosis de 300 mg se compararon con los producidos por dos compuestos ansiolíticos, ipsapirona (5 mg) y diazepam (10 mg); los tres compuestos atenuaron la ansiedad inducida por la SPST. (22)

Más recientemente, el grupo de investigación confirmó y amplió este hallazgo con sujetos que fueron asignados a cinco grupos que recibieron CBD (100, 300 y 900 mg), el benzodiazepina, el clonazepam (1 mg) y el placebo, y se sometieron a una prueba de hablar en público en un situación real (TPSRS) donde cada voluntario tuvo que hablar frente a un grupo compuesto por los otros participantes, lo que dio como resultado una disminución de la ansiedad solo con la dosis de 300 mg de CBD, pero no con las otras dosis de 100 y 900 mg de CBD (23).

Como indicó otro autor, tal efecto de dosis en forma de campana del aislado de CBD puede ser rescatado por los compuestos de la planta completa presentes utilizando CBD enriquecido con el extracto de la planta completa. (24)

Un grupo de pacientes con trastorno de ansiedad social (SAD) fueron tratados con CBD y compararon sus niveles de ansiedad con pacientes con SAD que recibieron placebo.

El grupo tratado con CBD tuvo niveles de ansiedad más bajos, una reducción en las medidas subjetivas de ansiedad y menos síntomas somáticos en comparación con el placebo. (25) Además de ello, los pacientes con SAD tratados con CBD no experimentaron sedación y no se encontraron diferentes a los controles sanos, a diferencia de lo que sucedió con los pacientes con SAD que tomaron placebo. (26)

5 CDB para PTSD = evidencia útil pero no decisiva

En 2013, un estudio mostró que el CBD inhalado (a una dosis de 32 mg) causó una reducción en la respuesta de conductancia de la piel al miedo, así como en los niveles de expectativa de exposición a estímulos aversivos. (27)

En 2016, un estudio de caso ilustró el uso de CBD en psiquiatría pediátrica. Un niño de 10 años que desarrolló PTSD después de sufrir abusos sexuales antes de los cinco años se sometió a un tratamiento farmacológico estándar para la afección, que produjo un alivio parcial de corta duración, así como efectos secundarios significativos.

Al niño se le administró una dosis de 12-25 mg una vez al día de aceite de CBD y mostró un alivio significativo de la sintomatología, como ansiedad y trastornos del sueño, al tiempo que indujo efectos secundarios mínimos. (28)

6. CDB para la enfermedad de Parkinson

El CBD se probó en un ensayo abierto que examinó a seis pacientes ambulatorios con enfermedad de Parkinson (EP) tratados con fármacos dopaminérgicos (L-Dopa 300 mg) que presentaban síntomas psicóticos. Se les administró una dosis oral flexible de CBD (150 a 400 mg / día) durante cuatro semanas, además de su tratamiento habitual. Las puntuaciones del BPRS y el Cuestionario de Psicosis en Parkinson disminuyeron significativamente bajo el tratamiento con CBD. No se observó empeoramiento de la función motora u otros efectos adversos durante el tratamiento con CBD. (29)

Después de este primer estudio, el grupo continuó con 21 pacientes con EP que fueron examinados al inicio y después del tratamiento con respecto a los síntomas motores y generales, la calidad de vida y el bienestar, y los efectos neuroprotectores. El grupo tratado con CBD 300 mg / día presentó puntuaciones significativamente mejores en calidad de vida y una mejora general en el parkinsonismo. (30)

Conclusiones

El profesor Crippa resumió en profundidad los múltiples efectos del CBD en neuropsiquiatría que él y su grupo han estado estudiando de forma exhaustiva.

Aunque aún se necesita más evidencia clínica, y muchas preguntas permanecen abiertas, los datos sobre el uso de esta molécula en neuropsiquiatría parecen muy prometedores. Ojalá más científicos recorran el camino que Crippa y sus colegas han sacado a luz y continúen arrojando luz sobre el uso de Cannabidiol como antipsicótico, ansiolítico y antidepresivo.

Referencias

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