Conoce a los Expertos: Ryan Vandrey

Por Guillermo Moreno-Sanz

El Dr. Moreno-Sanz es autor de más de 30 artículos científicos y 3 patentes que describen el papel del sistema endocannabinoide en la percepción del dolor. Licenciado en Bioquímica y Química Orgánica por la Universidad de Zaragoza, obtuvo su doctorado en Neurociencias por la Universidad Complutense de Madrid en España. Adquirió una amplia experiencia internacional con becas de larga duración en los Países Bajos, Italia y los Estados Unidos, desarrollando la mayor parte de su carrera académica en la Universidad de California, Irvine, donde descubre una nueva clase de analgésicos cannabinoides de gran interés clínico. En 2017 actúa como consultor para las Academias Nacionales de Ciencias de Estados Unidos en la elaboración del informe "Los efectos sobre la salud del cannabis y los cannabinoides" y posteriormente funda Abagune Research con el fin de ofrecer asesoramiento científico y soluciones de I+D a la industria internacional del cannabis. En 2020 asume la dirección científica y médica de Khiron Life Sciences en Europa.

Conoce a los Expertos es una serie de entrevistas realizadas por expertos del campo del Cannabis a líderes mundiales en investigación y en la práctica clínica del Cannabis como medicina.

Conoce a los Expertos: María Fernanda Arboleda

El Dr. Ryan Vandrey es psicólogo experimental, licenciado por la Universidad de Delaware y doctorado por la Universidad de Vermont. Actualmente es profesor en la Unidad de Investigación de Farmacología del Comportamiento (BPRU) de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, Estados Unidos (US).

La investigación del Dr. Vandrey se centra en el impacto de las diferentes rutas de administración, la dosis y la composición química de los productos derivados de cannabis en la farmacocinética y los efectos de los mismos.

Además, el Dr. Vandrey ha participado en un gran número de estudios relacionados con los riesgos y beneficios del consumo de cannabis medicinal, los efectos del consumo de cannabis en el sueño, el tratamiento del trastorno por consumo y abstinencia de cannabis, las pruebas para el análisis de productos derivados del cannabis y el estudio de los tipos de consumo de cannabis.

Guillermo Moreno-Sanz: Ryan, ¿podrías contarnos cómo decidiste dedicarte a investigar con cannabinoides? ¿También realizas investigaciones no relacionadas con el cannabis?

Ryan Vandrey: Tuve por primera vez la oportunidad de investigar con cannabis como estudiante de posgrado trabajando en el laboratorio de Alan Budney en la Universidad de Vermont. No fue premeditado que estudiara el cannabis (frente a otras drogas), porque antes del doctorado había trabajado en investigaciones relacionadas con otras drogas de abuso como la cocaína, la heroína, el alcohol, las benzodiacepinas o el tabaco. Simplemente me apasionaba el estudio de la farmacología del comportamiento en un amplio sentido. También coincidió que yo fui el primer estudiante de posgrado de Alan, y él estaba empezando sus propios estudios sobre la abstinencia del cannabis, así que fue algo más fortuito que intencionado. A lo largo de los años he trabajado mucho con aspectos relacionados con la nicotina/tabaco y la gestión e importancia del poli consumo en el tratamiento de los trastornos adictivos, pero el cannabis ha sido mi principal objeto de estudio.

GM: Tus investigaciones se centraron inicialmente en la dependencia del cannabis y la abstinencia. ¿Cuáles son las diferencias entre el consumo inhalado y el oral de THC con respecto a la adicción? ¿Qué opinas del uso de extractos orales de cannabis con THC para ayudar en el tratamiento de los trastornos por consumo de cannabis?

RV: Es importante no olvidar que el THC es una sustancia con potencial de abuso. Es cierto que las vías de administración oral tienen menos riesgo de adicción en comparación con las vías de administración "más rápidas" como la inhalada, la intranasal o la intravenosa, simplemente debido a las diferencias en la farmacocinética, pero la adicción a las dosis orales es ciertamente posible. Aunque estudié el potencial del THC oral como un tratamiento potencial para aquellos que sufren adicción al cannabis inhalado (fumado), lo desheché como un tratamiento viable más allá del uso puntual en casos muy difíciles de tratar. La razón es que, aunque el THC oral puede eliminar el síndrome de abstinencia al cannabis, sigue produciendo el efecto de la droga en una magnitud similar y tiene los mismos riesgos asociados a su uso (por ejemplo, deterioro cognitivo, impacto negativo en el funcionamiento diario) que el cannabis inhalado. El consumo de cannabis inhalado no está asociado con el mismo nivel de riesgos sustanciales para la salud pulmonar que el consumo de cigarrillos de tabaco, como el cáncer de pulmón, por lo que el argumento de la reducción de daños para que la gente que fuma cannabis se pase al THC oral simplemente no se sostiene desde una perspectiva de salud pública.

GM: ¿Cuándo te trasladaste a la Universidad Johns Hopkins y cómo afectó eso a tu carrera? Allí empezaste a colaborar con Marilyn Huestis, probablemente la mayor autoridad en farmacocinética del cannabis. ¿Cuál fue tu experiencia trabajando con su grupo?

RV: Me trasladé a la Universidad Johns Hopkins tras completar mi doctorado en la Universidad de Vermont en 2005. El grupo con el que trabajo en Hopkins es de categoría mundial y tenemos el lujo de contar con grandes recursos y un excelente apoyo institucional para lo que hacemos. Mi trabajo con Marilyn Huestis comenzó poco después, probablemente en 2009 o así. Es una mujer fantástica y su impacto en mi manera de pensar ha sido sustancial. Ella me hizo ver el valor de la recogida de muestras biológicas en el contexto de la realización de nuestros estudios sobre el comportamiento. Aparte de eso, siempre es divertido hablar con ella, ya que tiene un entusiasmo inmenso por la ciencia y el descubrimiento, además de un gran conocimiento sobre los cannabinoides.

GM: En 2018 escribiste un editorial respecto a las controversias de establecer políticas y normativas sobre el acceso al cannabis medicinal con datos insuficientes. ¿Cuál es tu opinión actualmente sobre este tema?

RV: Me encantó escribir ese artículo y creo que sigue teniendo relevancia hoy en día. Aunque las políticas sobre el cannabis han evolucionado considerablemente desde entonces y muchos más países y más jurisdicciones locales han legalizado el acceso al cannabis, todavía queda mucha ciencia por hacer. Creo que las regulaciones de los productos de cannabis en muchas áreas son aún insuficientes. Me sigue pareciendo preocupante que haya tantos productos a disposición de los consumidores que contienen muchas moléculas sobre las que hay poca o ninguna evidencia en cuanto a su seguridad o toxicidad (por ejemplo, CBG, THCV, análogos del THC como el Delta-8), y que en muchos lugares se permita que los productos de cannabis imiten la imagen de marca y el envasado de productos alimentarios populares, lo que puede llevar a una ingestión accidental. En los Estados Unidos, la multitud de productos de cáñamo/CBD que millones de personas compran para su uso orientado a la salud no se rigen por las mismas normas de fabricación que los medicamentos, con receta o sin ella. El brote de enfermedades pulmonares entre adultos jóvenes sanos que utilizaban dispositivos de vapeo hace un par de años también puso de manifiesto la necesidad de realizar pruebas de seguridad de los productos antes de su salida al mercado. También creo que hay que investigar más para determinar la manera más adecuada de integrar el uso del cannabis medicinal en la sociedad para proteger tanto al paciente a título individual como a la salud pública.

GM: Aquel año, en la reunión de la ICRS de Leiden, presentaste una batería de herramientas para realizar estudios observacionales con cannabis. Todavía recuerdo la emoción en el auditorio por el desarrollo incipiente de una base de evidencia del mundo real. ¿Cómo ha sido la experiencia durante estos años? La evidencia observacional suele ser tildada por los expertos como de baja calidad, ¿qué opina al respecto? ¿Es suficiente para informar decisiones médicas y políticas?

RV: Creo que, como en cualquier disciplina, hay distintos niveles de calidad en la realización de estudios observacionales. Aunque carecen del rigor de un ensayo clínico controlado y aleatorizado, pueden proporcionar una información muy valiosa que podría utilizarse para identificar áreas de interés en las que después centrar los ensayos. Por ejemplo, en uno de nuestros recientes estudios observacionales, pudimos comprobar que los individuos que consumían cannabis medicinal tenían niveles de ansiedad y depresión más bajos en comparación con los individuos que estaban interesados en el consumo de cannabis pero que aún no habían comenzado. Los que finalmente iniciaron el consumo de cannabis mostraron niveles de ansiedad y depresión reducidos, más parecidos a las diferencias de base observadas en este estudio. Sin embargo, los que nunca llegaron a consumir cannabis mantuvieron niveles de ansiedad y depresión más altos que los otros grupos. Aunque este tipo de diseños siguen estando sujetos a un sesgo debido a las expectativas de los participantes, sí muestran una relación sistemática entre el consumo de cannabis y el estado de ánimo que merecería una evaluación adicional en un ensayo controlado con placebo. Por lo tanto, aunque no creo que los estudios observacionales puedan reemplazar a los ensayos clínicos tradicionales, sí creo que son métodos rápidos y económicos para seleccionar áreas temáticas en las que centrarse.

GM: Algunos de tus colegas en este proyecto acabaron uniendose notoriamente a la industria del cannabis, como Mark Ware y Marcel Bonn-Miller, mientras que otros se quedaron en el campo académico, como Staci Gruber. ¿Cómo ha sido tu experiencia con la industria del cannabis?

RV: En la industria del cannabis de Norte América hay varios tipos de "actores" que hay que tener en cuenta. Algunos están en el negocio para ganar dinero rápido y nada más. Algunos son partidarios del uso legal y quieren ampliar los límites de la dosis a costa de la seguridad. Otros están muy interesados en el desarrollo del cannabis como medicamento porque ven el enorme potencial. En mis relaciones con la industria, he tratado de alinearme con personas y empresas que adoptan un enfoque más farmacéutico en el desarrollo de productos de cannabis, garantizando la consistencia y seguridad del producto, y también que están interesadas en el avance de la ciencia. Hay muchas empresas que cumplen esos estándares, pero por desgracia también muchas que no lo hacen. Hay mucha información errónea sobre la eficacia y la seguridad del cannabis difundida ampliamente por la industria del cannabis y, en general, una falta de interés por invertir en ciencia. En un futuro me gustaría ver que tanto la industria como los reguladores prestan más atención a estos aspectos.

GM: España está debatiendo la regulación del uso medicinal del cannabis. ¿Qué aspectos son importantes para establecer el acceso a este tipo de medicamentos?

RV: Creo que hay algunas características clave en un programa de acceso al cannabis medicinal que considero fundamentales para el éxito de este: 1) Los productos que se ponen a disposición de los pacientes deben cumplir las mismas normas establecidas para todos los demás medicamentos. Los productos deben ser fiables, consistentes y libres de contaminantes. También deben estar envasados, etiquetados, ser distribuidos y anunciados de forma coherente con otros medicamentos. 2) Los profesionales de la salud deben recibir formación e involucrarse en el proceso de decisión sobre si un paciente es candidato para recibir medicamentos basados en el cannabis, proporcionando asistencia sobre la selección del producto y la dosificación. En Estados Unidos, lamentablemente, este no suele ser el caso. 3) Deberían recogerse datos para evaluar el impacto de la nueva normativa de acceso al cannabis con fines medicinales en la salud de los pacientes que lo utilizan, así como en la salud pública. Estos datos deberían utilizarse para valorar el éxito de la regulación y la continuidad del programa en el tiempo.

GM: En su opinión, ¿los programas nacionales de cannabis medicinal desincentivan la realización de ensayos clínicos sobre productos basados en cannabinoides? Ninguno de los medicamentos autorizados, Sativex y Epidyolex, está aprobado para el dolor crónico o la ansiedad generalizada, que son las dos principales razones para el uso del cannabis medicinal. ¿La evidencia disponible es suficiente para apoyar el uso del cannabis en estas indicaciones?

RV: Lamentablemente, hasta que se completen más ensayos clínicos, seguirá habiendo mucho ensayo y error en el uso del cannabis medicinal. A medida que se acumulen más datos, habrá más precisión. En este momento no consideraría el cannabis como una terapia de primera línea para la mayoría de las afecciones de salud, pero también creo que hay datos suficientes para justificar el uso del cannabis en muchos casos en los que las terapias tradicionales han fracasado (ya sea por su escasa eficacia o por sus efectos secundarios adversos). Esta decisión, como todas las decisiones médicas, debería tomarse caso por caso entre el paciente y su médico. Sin embargo, para que esto funcione, es necesario confiar en el control de calidad del producto y en los datos que informan las decisiones. La cobertura de los seguros para un uso verdaderamente medicinal es también una cuestión importante que espero que se implante pronto en España y en otros lugares, porque el coste del tratamiento es lo que perpetúa el mercado negro y la supervivencia de las empresas que carecen de buenos procesos de control de calidad.

  • Todas las informaciones recogidas en nuestros contenidos se basan en estudios científicos.
    Si estás pensando en usar cannabis o cannabinoides para tratar tus síntomas o enfermedad, por favor, consulta antes con un médico especialista.

  • No está permitido el uso de nuestros contenidos con fines comerciales.
  • No está permitida ninguna forma de alteración, adaptación o traducción de nuestros contenidos sin acuerdo previo.
  • En caso de descargar y usar nuestros contenidos será con fines exclusivamente educativos y deberán ir siempre debidamente acreditados.
  • No está permitida la publicación de nuestros contenidos sin autorización expresa.
  • Fundación CANNA no se hace responsable de la opinión de sus colaboradores y escritores.